El Palacio de Kynžvart, situado al oeste de Chequia, está rodeado por un parque histórico de 293 hectáreas. En la primera mitad del siglo XIX, el palacio fue reconstruido por el canciller austríaco, el príncipe Klemens von Metternich (1773-1859). El príncipe contribuyó en gran medida a las importantes colecciones que reunió la familia Metternich, en particular a la biblioteca, de relevancia europea, que consta de una notable colección de daguerrotipos (primeras fotografías), y a un gabinete de curiosidades. Las colecciones, totalmente accesibles al público, han permanecido intactas hasta hoy.

El palacio está abierto al público desde 1828. En 1840, se situó en el centro de una iniciativa diplomática: la propuesta de la Liga de la Paz. Esta propuesta marcó un momento importante en la búsqueda de un equilibrio de poder duradero en Europa.

Por ser propiedad de una figura histórica muy conocida, el canciller Metternich, el Palacio de Kynžvart fue escenario de numerosas conversaciones y negociaciones de la diplomacia europea. El palacio representa un lugar para el recuerdo de la diplomacia europea centrada en la búsqueda de un equilibrio entre los principales Estados del continente. Este es el aspecto destacable de este sitio, y no a la participación personal de Metternich en la historia, cuyo papel debe ser objeto de un debate crítico.